Por su llamativo aspecto, muy parecido al del Diamante, esta ave era capturada en Africa para su comercio como ave exótica para enjaular. Su escape de jaulas ha producido la colonización y superpoblación en algunos puntos de nuestra geografía, llegando a ser un ave totalmente adaptada a nuestras tierras y muy abundante, poniendo también en peligro a otras autóctonas, siendo competencia directa de estas.
En la vega del Guadalquivir se pueden contar colonias de cientos de estas pequeñas aves, que ocupan zonas de carrizo, cañas y arroyos. A continuación os dejamos imágenes de esta primera ave invasora que ocupa las lineas de las Alas del Guadalquivir.
Observación a 30 de julio de 2016
Observación a 21 de agosto de 2016
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