Su plumaje es reconocible a simple vista por su color, resaltando el castaño de su cabeza y sus alas negras. Suele cazar a la luz del día pequeñas presas que devora o almacena pinchando sobre acacias o alambres de espino que forman el medio.
A finales de verano se dejan ver numerosos individuos jóvenes de esta especie, que se reconocen por tener la fisionomía de los adultos, pero siendo estos de colores pardos y grisáceos.
A continuación mostramos dos ejemplares observados a lo largo de este año, un adulto y un juvenil.
Adulto observado a 12 de abril de 2016
Juvenil observado a 31 de julio de 2016
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